1. Como periodista especializada en temas culturales por una parte y como persona común por otra, es decir, como herramientas de trabajo y como herramientas de vida, ¿cómo describirías tu relación con tu teléfono, tu ordenador, tu tableta?
Para el trabajo son, desde luego, herramientas imprescindibles y por lo tanto la relación que se impone es la de amor-odio: no se puede vivir sin ellos y a veces nos gustaría que desaparecieran. En lo personal, creo que ya no sabemos (ni queremos) actuar sin ellos, me refiero sobre todo al teléfono, una herramienta tan cotidiana que se convierte en extensión y reflejo de nuestra casa, de nuestra familia, de nuestros amigos… En este aspecto, el ordenador y la tableta se quedan atrás.
2. ¿Has modificado tu forma de pensar y estructurar tus escritos respecto a los tiempos en que carecíamos de herramientas digitales? ¿Cómo han cambiado el ordenador u otros dispositivos y recursos digitales tu método de trabajar?
Desde luego, aquellos tiempos en los que buscar información en la hemeroteca del diario ABC era tarea de una tarde entera se ven ahora muy lejanos. Con internet el periodismo ha cambiado radicalmente, sobre todo en cuanto a la velocidad de reacción. Cualquier cosa se puede comprobar en 2 minutos. Da igual una fecha que los premios que ha ganado un escritor. Obvio es decir que el ordenador ha transformado, y facilitado nuestro trabajo. Luego llegaron las redes sociales que han supuesto una vuelta de tuerca más en nuestra relación con la información: nos guste o no hay que estar en las redes, convertidas en una fuente de información formidable e instantánea. Formidable digo en cuanto al alcance, pero no es una fuente segura. Las redes, ya lo sabemos, acogen todo, y hemos de verificar, contrastar, documentar. Las redes nos han obligado a trabajar más deprisa y la velocidad muchas veces –no siempre, claro– corre en dirección contraria a la calidad.
3. En tu condición de responsable de cultura en un suplemento de gran influencia, ¿cómo percibes la transformación del lenguaje escrito que hoy se opera en los medios digitales?
No veo tanta diferencia en los medios culturales entre el papel y el digital. Ya hay muchos periódicos y revistas digitales que no tienen soporte en papel y sus páginas no difieren en nada de las de los periódicos que, además de la web, tienen papel. Nosotros mismos trabajamos de igual manera para realizar un reportaje o entrevista que se vaya a publicar en papel o en nuestra web. La diferencia la marcan detalles: en papel estamos sujetos a espacio y en la web alargamos muchas veces las informaciones y artículos. En la web ponemos más puntos y aparte para facilitar la lectura, y, por otro lado, tenemos la posibilidad de enlazar con otras noticias, tener a golpe de clic las otras críticas o entrevistas realizadas a los autores. En realidad, en contra de la idea extendida, creo que en nuestro caso, la información de la web acaba siendo mucho más com pleta y profunda que la de papel. La diferencia, creo, la han marcado las redes. En ellas sí que se busca captar la atención en pocas palabras, el ‘like’ o el ‘retweet’, y eso hace que el modo de exponer los temas en las redes difiera del modo de hace unos años de titular o comunicar alguna noticias.
4. En el trasvase de la escritura de un soporte analógico a un soporte digital, ¿cuáles son los conflictos más relevantes que se detectan desde la posición que tienes en un diario de máxima difusión? ¿En ese sentido, qué preocupaciones que afectan a la escritura misma, al lenguaje, te inquietan más?
No es tanto cuestión de conflicto como de diferenciar. Efectivamente la maqueta que funciona en la revista en papel no tiene nada que ver con la página web por lo que en muchos casos, como decía antes, el reportaje cambia, sobre todo a nivel estético y gráfico: más fotos, vídeos, palabras en negrita, enlaces constantes…
Las preocupaciones van en la línea que he expresado anteriormente: es en las redes donde el lenguaje se desvirtúa, se acortan palabras, se ponen símbolos o emoticonos, no en las páginas de los medios aunque sí en sus redes, y ahí sí tienen una responsabilidad. Creo que todos deberíamos cuidar más nuestro lenguaje en redes.
5. Podríamos decir que está naciendo un nuevo lenguaje híbrido en el que se integrarían registros que hasta ahora iban por separado –palabra escrita, imágenes en movimiento, sonido…- sumados a nuevas posibilidades expresivas –hipertexto, interactividad, escritura multimodal, mutabilidad permanente del texto publicado…-. La prensa escrita en su versión digital es el escenario que lidera la exposición cotidiana de todas esas nuevas posibilidades. ¿Cómo describirías su presente y cómo visualizas la evolución a futuro de ese nuevo lenguaje escrito?
Efectivamente, nosotros mismos, en EL CULTURAL en su versión en papel y digital, ofrecemos todo ese abanico de registros que comentas: en la crítica de un libro que publicamos en la revista en papel anunciamos entrevista con el autor, que puede ser en vídeo, que además lleva vinculada otras muchas noticias; en una página dedicada a una exposición, anunciamos galería de imágenes; las informaciones dedicadas a estrenos de cine y de teatro en la web se completan con trailers y fragmentos, etc. Todo se enriquece y se complementa.
Creo que las nuevas generaciones no entenderían la lectura sin todos esos registros pero también creo que el lector que busca una lectura reposada y tranquila preferirá el papel o el pdf, sin distracciones.
6. Desde el uso popular masivo de los emoticones y los gifs animados hasta la fascinación que alborea por las posibilidades de la realidad virtual aplicada a los medios de prensa digital, ¿cómo es el debate y la estrategia en tu medio para abordar las innovaciones necesarias que profundicen en este nuevo lenguaje “escrito”?
La redacción de la web de EL CULTURAL es una redacción muy joven, con redactores que apenas llegan a la treintena, de modo que para ellos todo esto es mucho más natural. Ellos saben cuándo un tweet necesita un gif o solo una foto. Tienen claro qué temas deben llevar vídeo, todos manejan estos lenguajes a la vez y sin pensarlo, todos graban y editan vídeos, los cuelgan en nuestra página y a la vez en nuestro canal de Youtube, etc. Con el mismo rigor que en la revista en papel, ellos suman todos estos registros para actualizar y acercar los temas a los lectores que se acercan a EL CULTURAL a través de las redes sociales que cada vez son más. Pero yo no creo eso de que “un gif vale más que mil palabras”, ayuda a acercarse a ellos pero para profundizar hay que leer el artículo.
7. Como innovadores tecnológicos que somos en la Fundación Escritura(s), sabemos de la complejidad que tiene mantenerse al día de las permanentes novedades en las herramientas tecnológicas y en los hábitos de lectura y escritura en todo tipo de ámbitos, desde los domésticos a los profesionales. ¿Cómo te afecta a ti esta avalancha? ¿Cómo es el debate en el ámbito de la redacción de un suplemento de máxima difusión?
Pues justo ahora estamos trabajando en una nueva web más dinámica y modernizada, no solo para el lector sino para los redactores que trabajan en ella. No te puedo adelantar mucho más pero pronto se notará el cambio.
En cuanto al debate, como te decía la redacción sabe bien cuáles son las necesidades de una revista cultural también digital. Hay reportajes que se piensan ya directamente para hacer en vídeo, otros para tratar con una galería de imágenes, otros llevan lista de reproducción.
8. ¿Qué tratamiento da tu medio a un texto remitido para la edición en papel en relación con el tratamiento de la edición digital? ¿Cuál es tu posición sobre el trato (si fuera diferente) a un texto en papel o en pantalla?
Como te he dicho, en cuanto al contenido no hay diferencia. Si se hace una entrevista se podría publicar igual en el papel que en la web. Otra cosa es que la web de EL CULTURAL es un diario de noticia culturales online y como tal su actualización es contante. La revista en papel es una publicación de pensamiento, con críticas realizadas por buenos especialistas en cada materia por lo que, en este sentido, el lenguaje varía, pero más por el género, y por el estilo de los autores, que por el soporte.
9. Es frecuente que los medios utilicen robots para redactar noticias menores o para introducir hyperlinks de forma automática. Se intenta en este último caso multiplicar los contadores de visitas y de enlaces auto-referenciales para aumentar el valor publicitario del medio. ¿Cómo vives este proceso en el trabajo que desempeñas? ¿Sería necesario limitar la automatización de ciertas funciones?
En EL CULTURAL todavía trabajamos solo personas.
10. ¿Qué tipo de prácticas te preocupan más en el uso que se hace en los medios de las nuevas tecnologías, sobre todo respecto de los usos del lenguaje?, ¿qué derechos básicos deberían ser reconocidos a los textos de los escritores-colaboradores destinados a cualquier medio digital?
Como ya te he dicho, los medios debemos hemos de cuidar más el lenguaje en redes y predicar con el ejemplo. A veces la prisa por publicar en redes nos juega malas pasadas.
En cuanto a los derechos, los mismos que los de cualquier autor, publique en web o en papel.
11. ¿Qué dificultades aprecias a, por ejemplo, reconocer el derecho de los autores a editar sus propios textos en el mismo medio digital en que se publiquen? ¿Crees conveniente garantizar a los autores el derecho a corregir, actualizar y conservar las versiones anteriores asociadas a ese texto (al modo del historial de borradores de Google Docs)?
De momento, nosotros editamos los textos que publicamos en la web, no sé por cuánto tiempo. Puesto que somos responsables de los que se publica, prefiero tener la opción de editarlo y presentarlo nosotros, aunque resulte más trabajoso. Por otro lado, los autores que publican en nuestra web corrigen y actualizan lo que desean.
12. En tu valoración, ¿qué ventajas sustanciales destacas en los cambios de los nuevos hábitos de lectura y escritura digitales?
Si hablamos de lectura, está claro que la posibilidad de leer artículos, noticias y libros en cualquier dispositivo es una ventaja que todos debemos aprovechar. El hecho de llegar al lector a través de las redes es un arma de doble filo: por un lado llegas a más lectores, por otro la información que les llega es en píldoras tan pequeñas que hay que cuidar y medir mucho el lenguaje para no confundir.
13. ¿Qué te inquieta o preocupa de la generación de los más jóvenes al respecto del horizonte digital?
Lo que les preocupa a muchos: que al no salir de su círculo (de sus redes) a buscar la información, lo que les llega va a ser siempre parcial. Además, como dice Eli Pariser en El filtro burbuja (Taurus, 2017), al final es la red la que decide lo que leemos y lo que pensamos ya que cada vez más los buscadores se adaptan a los “gustos” de los usuarios y una misma palabra arroja diferentes significados según el perfil de quien la escribe. Esto me parece muy preocupante.
14. Como periodista, ¿qué preguntas relevantes crees que faltan alrededor del tema que gravita en esta entrevista? Te invitamos a que plantees y contestes las que te interesasen más.
Estoy más acostumbrada a preguntar que a reponder. Y me gusta más. Las nuevas plataformas tecnológicas me llenan continuamente de interrogantes, pero no se me ocurre ahora nada que le falte a esta entrevista. Lo siento.
15. De tus relaciones con los escritores que colaboran con tu medio y, en general, del panorama de autores literarios que conoces, ¿Qué impresiones recientes tienes de los conflictos de los escritores para adaptarse a la escritura y la publicación digital? ¿Qué autor que conoces crees que va por delante en este proceso de adaptación (¡lo entrevistaremos!)?
Como es lógico, cada vez los escritores están más familiarizados con el mundo digital. Creo que ya son mayoría, aunque, naturalmente hay excepciones.
Nuestro crítico de novela española Nadal Suau establece una relación previa a la crítica con sus lectores, dando pistas en Facebook sobre lo que le está pareciendo el libro que la semana siguiente va a analizar en las páginas de la revista. Se establece así una complicidad mayor que sus seguidores agradecen.
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LA CONVERSACIÓN CON BLANCA BERASATEGUI FORMA PARTE DEL PROYECTO DE REFLEXIÓN ¿A DÓNDE VA LA ESCRITURA DIGITAL? QUE DESARROLLA LA FUNDACIÓN ESCRITURA(S) EN EL CLUB DE ESCRITURA