El planteamiento de estos talleres surge de un hecho indiscutible: en las páginas pantallas, a las que nosotros también llamamos páginas de luz (en contraste con las tradicionales páginas de papel), la imagen -estática o en movimiento- es un recurso más de lenguaje, a la misma altura que la palabra. A nadie se le pasará por alto que esas páginas de luz, las pantallas, son el lugar donde pasamos hoy la mayor parte del tiempo leyendo y escribiendo.