Desde el 16 de febrero al 9 de abril se podrán subir los microrrelatos en el Club para ir sumando lecturas y comentarios con los que limar los 500 caracteres máximos permitidos para contar el viaje no hecho todavía. Porque el viaje no es solo el viaje, o no es solo la concreción del viaje. La experiencia se extiende más allá, se desborda, hacia delante, con los preparativos, y hacia atrás, con el recuerdo o las secuelas. Nos interesa aquí el periodo de tiempo desde que se piensa en el viaje hasta el momento mismo de comenzarlo. Con una peculiaridad, además: que ese comienzo no haya llegado todavía, y que sea posible (e incluso probable) que no llegue nunca, sin estropear esa circunstancia la vivencia riquísima de su planificación. Con B the travel brand os proponemos de nuevo, tras el éxito de la convocatoria pasada, centraros en esa primera fase para escribir vuestro microrrelato de viajes, hecho solo de las expectativas. Y os pedimos esta vez, en la medida de lo posible, que lo acompañéis de material gráfico: una fotografía, un dibujo o un mapa (podéis usar street view, insertado en el editor de textos del club). El primer premio: un vale de 500 a canjear en cualquier tienda de B the travel brand para ayudarte con ese viaje tan deseado.
Preparar un viaje es decidir dónde ir, cómo, cuándo, con quién (o solo). Pero también leer sobre el lugar (guías, crónicas, novelas ambientadas ahí), ver documentales y películas, memorizar mapas, hablar con quienes ya han estado… Ir tejiendo una red de afectos hacia ese lugar, imaginarse el viaje, recrearlo creyéndose uno ahí, para luego poder exprimirlo del todo, y no caer en el rol del turista pasivo en el que resbalan todas las experiencias. Ayudarse a tener los ojos (y los oídos) bien abiertos para no dejar escapar nada. Que no se haya realizado todavía le permite al viaje pensado seguir creciendo, seguir ensanchándose, y convertirse en deseo vertebral de una vida, tenerlo siempre en mente como proyecto primero si las condiciones cambian en un determinado momento a mejor. Se vuelve así una referencia vital, y una buena respuesta para explicarse uno mismo quién es.